Si se platinan las aguas, como espejos del cielo. Si se
desvelan tus sueños, como la neblina del mar. ¿Pueden las olas del viento
trenzar tus cabellos para convertirlos en mil sirenas que liberen tu cantar?
Si tus pies caminan por senderos brillantes ¿Irás al lugar
correcto sin cegarte al andar?
Penas mi niña, con colores del dolor. Pálida y tenue se ve
tu figura que descansa en el sillón
¡Ay de mí si pudiera sostenerte! La columna más fuerte sería yo.
Si se subyugan las coloridas mariposas con la brisa del amor. Si fantasmas quedan atrapados en remansos atemporales del dolor ¿Pueden las gotas de lluvia humedecer tu marchita ilusión? Para convertirte en amazona fértil de coraje, de amor.
Si se subyugan las coloridas mariposas con la brisa del amor. Si fantasmas quedan atrapados en remansos atemporales del dolor ¿Pueden las gotas de lluvia humedecer tu marchita ilusión? Para convertirte en amazona fértil de coraje, de amor.
Si la luna brillara de nuevo en el mar ¿Saldrías del fondo
para poderte besar?
Penas mi niña, con los sonidos del duro golpe que asestaron
en tu interior.
¡Ay de mí si pudiera yo vengarte! Férreo golpe sería yo.
Si el espacio nos abarca pero el tiempo se escapó. Si el
agua nos embruja con sonidos de amor. ¿Pueden las brisas tibias de la vida
secar tu llanto para convertirlo en ríos de entereza y conciliación?
Si tu alma fuera mía mal amo sería yo, no saldrías de mi
seno para no sufrir aflicción.
Penas mi niña querida, con cicatrices de tus guerras, de tu
propia transición. Dueña de tus colores de tus sonidos y de tu pasión.
¡Ay de mí si no te
soltara a la vida! Triste carcelero sería yo.
LIZ MAXIT
Del Taller ASOMBRO
2018
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